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CrÃ³nica de la Etapa de la Vuelta 2006

lunes, 25 de diciembre de 2006 Por Francisco Javier Serrano, nuestro corresponsal en la zona centro, se desplazÃ³ el pasado septiembre a AlmerÃa a participar en la primera ediciÃ³n de La Etapa de la Vuelta. He aquÃ sus impresiones.

Y para poner colofÃ³n a buena y prolija temporada, me fui hasta tierras almerienses para hacer la Marcha Etapa de la Vuelta. Â¡Â¡Y vaya fin de temporada!! Porque la marcha fue dura, dura. Para mÃ fue la mÃ¡s dura de las que he hecho en EspaÃ±a. Los nÃºmeros lo dicen todo: 4.200 mts de desnivel en solo 154 kms. Casi los mismos nÃºmeros de la Maratona o la Fausto Coppi y bastante mÃ¡s que la archiadorada QH -que sigue sin ser santo de mi devociÃ³n pero algo tendrÃ¡ cuando voy-. AllÃ nos presentamos unos 500 valientes, que para ser un lunes no esta muy mal. Lo Ãºnico negativo para mÃ fue el horario de salida: las 10 de la maÃ±ana. La marcha fue neutralizada hasta Tabernas (km 33) donde se parÃ³ en el pueblo para reunificar y dar la salida libre, tras un pequeÃ±o refrigerio. PrÃ©viamente, durante el trÃ¡nsito por el famoso desierto de Tabernas, en un repecho se me sale la cadena y paro a colocarla. Me lleno las manos de grasa y me acerco a un coche para pedir un paÃ±uelo de papel para limpiarme las manos y fue nada mÃ¡s y nada menos que EscartÃn el encargado de dÃ¡rmelo, pues hay que decir que estaba toda la infraestructura de La Vuelta para nosotros. En la salida con Olano, Cabello y compaÃ±Ãa. Salida lanzada y los Perico, Olano, Miguel Ãngel Iglesias y compaÃ±Ãa se encargan de azuzar el avispero, logrÃ¡ndolo, claro. Y yo, que soy de sangre caliente, entro al trapo y me cuelo en un segundo grupo, donde tiraban los AndalucÃa-Paul Versan. Pronto empieza a divisarse el primer coloso del dÃa y, al ver sus nÃºmeros, decido que esa ya no es mi guerra, que no estoy para esos trotes a estas alturas de la temporada, y eso que despuÃ©s de La Perico cogÃ cierta hambre de bici. AdemÃ¡s, viendo lo que hay por delante, la prudencia es mi mejor consejera y prefiero acabar sobrado de fuerzas a terminar apajarado. Velefique se sube bajo una gran humedad y mucha niebla y, una tras otra, van cayendo sus 22 curvas de herradura. Durante la subida solicito la ayuda al coche de asistencia Shimano para poner cinta aislante a mi cinta de manillar que se va deshilachando por momentos. Cada uno sube a su ritmo aunque me engancho a dos madrileÃ±os que suben a buen ritmo con los que corono. En mi vida habÃa sudado tanto y eso que la temperatura era agradable, pero la humedad del ambiente hace estragos. AhÃ estaban las motos de Caja Duero para avituallarnos de lÃquido. Velocidad recomendada: 30 por hora. Descenso largo y sinuoso y llegada hasta Bacares donde paro en el avituallamiento. Todo el pueblo aplaudiendo cuando reanudÃ¡bamos la marcha y enseguida, sin nada de llano, empieza la primera de las ascensiones a Calar Alto. Cojo mi ritmo y los compaÃ±eros de "escapada" me dicen que se lo toman con mÃ¡s calma. En el segundo kilÃ³metro de ascensiÃ³n veo a lo lejos a alguno que otro haciendo eses por la carretera y es que vamos a pasar por una zona que no baja del 11% y rampas de hasta el 18%. AhÃ estoy yo al quite y pongo mi 27, que montÃ© para subir posteriormente la Pandera. Afortunadamente tras unos kilÃ³metros duros la cosa suaviza bastante y se sube sin mÃ¡s problemas hasta que llegas a dos kilÃ³metros de meta donde te encuentra otra buena rampa. Se pasa por meta y despuÃ©s de coronar Calar Alto tiro de manguitos y chaleco porque el frÃo a mÃ¡s de 2.100 metros se nota. Bajada larguÃsima de unos 30 kms donde una tormenta me pilla de lleno. Las manos y los pies se me enfrÃan bastante pero con la extensiÃ³n de la bajada se me seca toda la ropa. Unos pocos kilÃ³metros de llano y llegada a Jergal donde hay instalado otro avituallamiento. Paro con los nuevos compaÃ±eros de fuga y aprovecho para comer un poco ya que los pasteles de chocolate merecen la pena. AdemÃ¡s, aquÃ la bebida esta fresquita. Salen todos pero yo me quedo otro rato. Ya los pillarÃ© subiendo. Quedan todavÃa 23 kms de larga y dura ascensiÃ³n, sobre todo los Ãºltimos 10. Me armo de paciencia empiezo a subir, totalmente solo. Cuando quedan los 10 kms finales empiezo a divisar a gente y empiezan a caer poco a poco en mis redes, como las gotas de lluvia que refrescan el ambiente. Esta vez es poco lo que cae y no me cala como la otra vez. "Vas el 50" me dice un hombre. Como si voy el 100, pienso. Yo quiero terminar este pequeÃ±o reto y eso es lo importante para mÃ. Meta en Calar Alto: Â¡reto conseguido! Entro en los dos Ãºltimos kilÃ³metros. Se empiezan a ver algunas autocaravanas y las vallas de meta. 1.000 metros y meto plato. Hala, Â¡ahÃ queda eso! Entro como si hubiera ganado la etapa, aunque he quedado el 39, que no esta mal para no estar con la motivaciÃ³n primaveral y parar en los avituallamientos, en los que solo me faltÃ³ ponerme el babero. Recogida de bocata de jamÃ³n, diploma y mochila con ropa seca y bici al autocar y, tras una hora larga de espera, bajada hasta AlmerÃa donde me esperaban unas suculentas y gigantes tapas de las que por allÃ se disfrutan. Ya sabÃ©is, allÃ donde fueres, haz lo que vieres.